QUE ME QUEDE COMO ESTOY


Artículo de
Rosa Díez en "El Correo" del 28 de enero de 2001

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

Con un muy breve comentario al final

Luis Bouza-Brey

 

Acabo de recibir en mi despacho de Bruselas un calendario editado por Eusko Alkartasuna en cuya portada y bajo el título ‘Ventajas de ser Estado en Europa’, se despliega un mapa de toda Europa flanqueado por una relación de 28 países compuesta por los 15 actuales miembros de la Unión, 12 candidatos y, en rojo brillante y entre la lista de los candidatos, el nombre mágico de Euskal Herria.

De un primer vistazo se deducen lo que a juicio del redactor son las ventajas. La primera de ellas, que de un plumazo se constituirá la República Vasca con la incorporación de una parte de Francia y Navarra y tendremos derecho, con el 2% de la población, a cinco diputados. La segunda ventaja sería que los vascos pasaríamos de ser ciudadanos de la Unión, o sea, europeos de pleno derecho, a ser otra vez candidatos a europeos.

Quizá esté muy obtusa, pero no alcanzo yo a encontrar la ventaja de volver a tener que sacar el pasaporte para viajar por Europa o ir de vacaciones a Málaga. No se me ocurre qué ventajas tendrían nuestros jóvenes estudiantes que hoy reciben becas en universidades europeas o se incorporan al program Erasmus cuando les quiten esas ayudas y tengan que volver a depender del poder adquisitivo de su familia o renunciar a una parte de su formación.

No se me alcanza qué ganarán los empresarios vascos cuando se les vuelvan a levantar las fronteras y se vea nuestra auténtica dimensión. ¿Será una ventaja competitiva para ellos tener que enseñar el pasaporte en los aeropuertos, no en la taquilla que pone Europa, sino en la que pone ‘otros’?

No se me ocurre qué ganarán nuestros municipios cuando dejen de recibir fondos europeos para proyectos urbanísticos, de desarrollo comarcal y/o de cohesión. No alcanzo a descubrir por qué tendrían que dar saltos de alegría el conjunto de los ciudadanos vascos cuando descubran que, gracias a la genial propuesta de Eusko Alkartasuna, vamos a volver a ser extranjeros.

O sea, toda la vida tratando de entrar en el Club, toda la vida queriendo formar parte de esta Europa que hoy es de 15 y mañana será de 27, para ahora querernos salir y además decir que es una ventaja...

La verdad es que ‘el calendario’ se comenta por sí solo. Cualquiera que lo lea traduce de inmediato el titular y lo convierte en ‘las desventajas de dejar de formar parte de Europa’. Porque Gorka Knörr ha colocado al mito, o sea, a Euskal Herria, en la lista de candidatos, sacándonos de la lista de titulares de la que ya somos parte, y eso en sí ya es una gran desventaja.

Sólo que si esa ensoñación nacionalista no fuera virtual, la realidad de nuestra situación sería mucho peor. En ese supuesto no estaríamos, como él apunta, detrás de Lituania, sino que nadie escribiría nuestro nombre en la lista. Seamos sinceros y llamemos a las cosas por su nombre: seríamos, como mucho, pre-pre-candidatos. Nos tendríamos que pelear por estar en la cola, detrás de Turquía.

Señor Knörr, muchas gracias por su oferta pero quédese con ella. Preferimos seguir siendo vascos, españoles y europeos. No se me ocurre ningún motivo para renunciar a ninguna de las tres cosas.

Con un muy breve comentario al final

Luis Bouza-Brey

Lo absurdo es tener que argumentar lo evidente. Pero todavía más absurdo es que la argumentación no servirá de nada. No es una cuestión de razón, sino de religión. Queda la esperanza de que la razón vaya penetrando lentamente entre sectores cada vez más amplios de la población, y de que estas "élites" ancladas en el pasado vayan perdiendo apoyos. Entre tanto, hay que estar con el "b a ba", como si estuviéramos en un país atrasado. Es decir, lo penoso, lo trabajoso, es tener que esforzarse en hacer evidente lo evidente ante el pueblo, para contrarrestar el discurso pernicioso de los independentistas, que no han sido capaces de modernizar su religión política de hace ya siglo y medio. Esta gente nos "jibariza" el debate político a todo el país. Lo peor es que, aún encima, hay "jibarizados" que matan.

Siento ser duro, pero también quiero ser sincero. Y ante ideas obsoletas e irracionales no hay otra solución que llamar a las cosas por su nombre.

 

Ver "Manipulación", artículo de Sabino Arana de dentro de unos días (del 1-2-01 -), milagros de la técnica), que confirma lo que digo (3-2-01).